Internet. Su responsabilidad es exactamente la misma que en los medios de comunicación tradicionales y sin embargo, por lo reciente de este medio, su grandísimo alcance, y la cantidad enorme de usuarios que cada día navegan en sus páginas, hacen que en muchos casos, parezca un territorio más allá de la ley.
Además tampoco las redes sociales se quedan en segundo plano en cuanto a este tipo de sanciones, pues en Inglaterra ya se empieza a hablar de tweets de publicidad ilícita, que escritos por las celebrities (previo pago de la marca), tienen detrás intereses comerciales que pueden influir al consumidor de forma velada y nada directa. Es el mismo caso de los blogs patrocinados.
En cuanto a la propiedad intelectual, fuimos sorprendidos por los ejemplos de Ricardo Pérez-Solero, pues las leyes han progresado para cubrir nuevos modelos de plagios que saltan a formatos sorprendentes. ¿Un ejemplo? La similitud entre los programas televisivos de «Tengo una pregunta para usted» y «España Pregunta, Belén Responde».
El último derecho del que se habló en la charla, pero uno de los más importantes, fue el derecho a la intimidad. Tema cuya protección legal, fue cuestionada por el ponente, debido a prácticas como el rastreo de las cookies. Nuestros movimientos son «espiados» en la red por las marcas, para más tarde, ofrecernos publicidad acorde con nuestros gustos más personales y creíamos, privados. Sin embargo, estas prácticas ya van camino de regularizarse para proteger al consumidor.
También nos previno del uso que damos a Twitter, y aunque aquí Ricardo Pérez- Solero puntualizó: «no digo que alguien vaya a ir la cárcel, pero si va a estar cerca» , quiso concienciarnos de que nuestros tweets, son realmente frases que se nos atribuyen, y con ellas sus responsabilidades penales.
Legalidad, adaptación a los nuevas plataformas publicitarias y protección al consumidor, he ahí la cuestión. ¿Serán las leyes capaces de ganar el reto a la viralidad de las redes sociales? Ricardo- Pérez Solero, nos regala esta última frase: «Si escribes en Google plagio, aparecen ocho millones de entradas».